jueves, 16 de septiembre de 2010

Hoja blanca.




Hoja blanca.


La hoja blanca, abandonada, buscando letras escondidas. Escondidas y fugadas. Fugadas en el mundo de un escritor sin talento. Un escritor que quiere correr una historia de su alguien. Su alguien es quien lo sacude, lo asombra, lo avasalla. El sacudir de un verano sin nombre, sin color, sin brillo, sin pasión. Verano de pasiones abandonadas en un rincón de la arena, y ese mar testificando que un amor no fue, que no supo ser. Que no quiso.
El papel ahora se arruga, se quiebra, se vuelve a erguir para enarbolar otra historia. Una historia real. Una historia sin mar, ni arenas, sin pasiones y con color. Color que armaron un día cualquiera en un lugar desconocido, donde había una luz escasa, donde la pasión se escapó, donde entró el amor y se metió en el medio de los dos, quedó petrificado y no volvió a moverse.
Y la hoja blanca ya no necesitó ni lapicera, ni mar, ni arena, ni pasión. Ahí en ese rincón los dos, el escritor y su alguien quedaron agazapados al amor recién dibujado.


Graciela Amalfi- septiembre 2010.

4 comentarios:

  1. hola!! nunca habia comentado, y te tengo en facebook, pero tampoco te habia leido, hasta que algo me "tinco" y entre..
    la verdad es que tu texto me golpeo un poco, me senti muy identificado, ademas de decir que esta genialmente escrito.
    te felicito, tienes mucho talento..^^

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  2. excelente beli, muy muy bueno me encanto "esa hoja de papel y ese vinculo tan significativa que se arma entre el escritor y el lector,,muy buenoooo...segui volando che!!!!!!!!!!

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  3. Hermoso negri!!
    Te felicito, un besote
    Monica

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Apegos feroces, de Vivian Gornick