jueves, 23 de agosto de 2018

24 de agosto: Día del lector

Hola, mis queridos lectores del blog boticario.

¡Feliz día del lector!

En Argentina se instituyó como Día del Lector el 24 de agosto, en conmemoración y homenaje al natalacio de nuestro gran Jorge Luis Borges.

Agradezco infinitamente a todos ustedes por entrar a mi blog y leer mis posteos.

Y felicito en su día a todos los lectores de mis historias: sin ustedes ellas no tendrían razón de ser.

Mis personajes viven a través de ustedes.  Los automóviles de mis páginas aceleran a la velocidad que cada lector le quiera dar. Las ciudades se encienden con las luces de su imaginación. Los chicos juegan con los recuerdos que llega a cada uno. Y así, podría enumerar mil cosas más.

¡Feliz día del lector! 

Gracias por estar y permitirme entrar en cada una de sus bibliotecas.

Comparto el poema  Un Lector de Borges.
 (Fuente: http://psiconet.com/camargo/nota3.html )

Que otros se jacten de las páginas que han escrito;
a mí me enorgullecen las que he leído.
No habré sido un filólogo,
no habré inquirido las declinaciones, los modos,
la laboriosa mutación de las letras,
la
de que se endurece en te,
la equivalencia de la ge y de la ka,
pero a lo largo de mis años he profesado
la pasión del lenguaje.
Mis noches están llenas de Virgilio;
haber sabido y haber olvidado el latín
es una posesión, porque el olvido
es una de las formas de la memoria,
su vago sótano
la otra cara secreta de la moneda. .
Cuando en mis ojos se borraron
las vanas apariencias queridas,
los rostros y la página,
me dí al estudio del lenguaje de hierro
que usaron mis mayores para cantar
espadas y soledades,
y ahora, a través de siete siglos,
desde la Ultima Thule,
tu voz me llega, Snorri Sturluson.
El joven, ante el libro, se impone una disciplina precisa
y lo hace en pos de un conocimiento preciso;
a mis años, toda empresa es una aventura
que linda con la noche.
No acabaré de descifrar las antiguas lenguas del Norte,
no hundiré las manos ansiosas en el oro de Sigurd;
la tarea que emprendo es ilimitada
y ha de acompañarme hasta el fin,
no menos misteriosa que el universo
y que yo, el aprendiz.
                                                                                                             Jorge Luis Borges

Me despido con las fotos de algunos de mis lectores















 

viernes, 17 de agosto de 2018

Trabajando con mi libro : La sopa mágica de piedra. Parte II

Hola, amigos de mi blog.

En esta entrada les voy a contar que los alumnos de quinto grado turno tarde de la Escuela Clara Saravia Linares de Arias de la ciudad de Salta estuvieron trabajando con mi libro.

Nuevamente con la coordinación de las Licenciadas Valeria Romero y Verónica Rihouet.

Los alumnos leyeron y analizaron la historia que cuento en mi libro La sopa mágica de piedra.

La temática principal se centró en Herramientas para una mejor convivencia entre los chicos.

Basándose en los valores de esta historia, los alumnos eligieron ingredientes para su sopa mágica de la amistad.

Según me cuenta la Lic. Rihouet ( a quien agradezco utilizar mi libro y por el envío de las fotos) este cuento se trabaja dentro del marco de la Prevención de la violencia.


Así empieza el cuento...

En un país muy, muy lejano, había un monje que andaba de pueblo en pueblo.

Un día de mucho sol, pero frío, el monje llegó a un pueblo pequeño llamado Moracatá.
El hombre se sentó bajo un árbol de la única plaza del pueblo.
En el pueblo toda la gente se conocía: ya les dije que era pequeño.

Cuando los vecinos vieron al monje sentado bajo de un árbol de la plaza y con la ropa un poco sucia, al principio le tuvieron miedo, y después se empezaron a reír de él.

El monje les preguntó si le podían dar comida.

-Tendo hambre -les decía con voz cansada- . Hace varios días que vengo caminando. 

-¿Querés algo para comer? -dijeron dos hombres que estaban bien cerca del monje- .¡Nooo! No podemos darte nada: apenas tenemos para alimentar a nuestras familias.

-No es mucho lo que pido  -les dijo el monje.

La plaza se empezó a llenar de chicos y mujeres y más hombres. Todos miraban sorprendidos a ese extraño viajero: nunca venían turistas o desconocidos al pueblo Moracatá.
(sigue)... 

Les dejo algunas fotos de la actividad:






Gracias por visitar mi blog y por los comentarios que dejen debajo de esta entrada.

Si les interesa adquirir el libro para compartir en las escuelas o en las familias o para regalar, me pueden enviar un mail a : gracielaamalfi@gmail.com

Este libro está totalmente ilustrado en papel de ilustración. Además le sumé actividades para que puedan analizar el cuento y dibujos para colorear.
Edad recomendada: 4 a 10 años. 




Apegos feroces, de Vivian Gornick