HOLA A TODOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!!!!!
EL SÁBADO 17 DE AGOSTO, TUVE EL PLACER DE SER UNO DE LOS INVITADOS A LEER EN EL CICLO DE ESCRITORES: "LA SERENDIPIA". EVENTO REALIZADO EN EL BAR MORDISQUITO, DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES. COORDINADO POR LAS ESCRITORAS, MARÍA JULIA DRUILLE Y LILIANA LAPADULA.
Entre mates y cafés, oímos poesias, cuentos y canciones. Acá les dejo algunas fotos.
Para terminar este post, les dejo este cuento de mi primer libro "Des palabras armando".
Gracias por pasar por mi blog boticario. Dejen comentarios, ellos me ayudan a seguir aprendiendo de mis queridos lectores.
Aprovecho para decirles : Feliz día del Niño para tod@ssss mis amig@s y sus hij@s y sus niet@s y sus sobrin@s... Acá les dejo uno de mis cuentos, un placer para mí si lo pueden leer...Graciassssss/ Graciela
EL REGALO DE CUMPLEAÑOS
Y era ese un día de verano, el día del cumpleaños de Martín. El tío Horacio decidió mandarle un regalo enorme. Enorme, extravagante, inmenso.
Martín y mis hermanas, se acomodaron de forma antagónica y egoísta, alrededor del trofeo. Papá lo abrió con sutileza, sin piedad, dejando caer su sonrisa ante la sorpresa de los chicos. Sorpresa respirada con la astucia de chicos absortos, mudos y petrificados.
El papel era delgado y suave. Vulnerable. Una mano habilidosa había dibujado en ese pedazo de hoja, monos de colores, murciélagos acobardados ante el sol, golondrinas sin alas para escapar.
Martín, mis tres hermanitas y papá, no pudieron dejar de admirar el zoológico desplegado ante sus ojos. Y faltaba lo mejor, lo que estaba adentro de ese matorral de fieras.
El cortaplumas brillante y afilado y quebradizo y lustroso, comenzó a caminar por el papel, lo atravesó, lo enterneció hasta que la muerte vino por él.
El envoltorio crujió ante nosotros. Se oyó el crash emitido con un grito sin forma, deslizándose en los pies de papá.
Y al fin apareció el objeto, el que al principio llamamos extravagante y enorme. De verdad era enorme y extravagante.
Deslumbró ante los ojos de Martín, de mis tres hermanitas y de papá: una locomotora de tamaño diez veces menor a una real. Hasta el silbato era verdadero. Sonaba tan fuerte que nos aturdió.
¡Qué susto y qué sorpresa al mismo tiempo! Uf, al fin estábamos cara a cara al misterio. Misterio de niños, de niños con inocencia que volaba, volaba subiendo y bajando la superficie del papel, papel de regalo con olor a picardía.
Martín subió al vehículo y empezó a dar vueltas por todo el lugar. El vehículo que rodaba y jugaba y naufragaba y quería más.
Su ruido, su humo, su olor, eran iguales al ruido, al humo y al olor, que escupía la vieja locomotora que estaba en el museo del pueblo. La locomotora, que contaba mil historias de travesuras, de risas y de juegos.
La vieja locomotora en la que papá y el tío Horacio viajaban cuando eran chicos.
Esa locomotora que además de vieja, estaba arrugada por el abandono. Abandono de un pueblo… sin recuerdos y sin memoria.
Graciela Boticaria Amalfi/Extraído de Des palabras armando/ Edición Milena Caserola.