Hola amigos del blog boticario, durante las próximas 22 publicaciones compartiré los cuentos del baúl de mi abuela.
Mi último libro , "Baúl de cuentos de la abuela", se divide en dos partes :
Parte 1/ Los cuentos de la abuela...esos cuentos que la abuela me contó.
Parte 2/ Los cuentos del baúl...esos cuentos que la abuela no me quiso contar.
El libro está ilustrado en su interior con fotos en blanco y negro de mis bisabuelos paternos: Juana y Pascual.
Si alguno de ustedes quiere adquirir el libro en papel, se puede comunicar conmigo a mi correo electrónico: gracielaamalfi@gmail.com
Acá va el cuento que abre el baúl...
A modo de prólogo, acá comienzan las historias, que la
abuela me dejó en su baúl de cuentos…
La sillita de madera
En
la vereda del pueblo, la sillita de madera que mi padre había usado en su
niñez, lucía orgullosa entre la abuela Juana y yo. En sus inicios había sido
testigo de travesuras y aprendizajes, hoy volvía a ser testigo. Esta vez, de
historias pasadas, algunas llenas de imaginación, otras reales, como mi
bisabuela y yo.
Mis cuatro años apenas podían hacer equilibrio,
entre los ladrillos desalineados y mi asiento viejo.
La abuela con su tez bien blanca, su pelo cano
recogido y mi mirada expectante, sonreía a una tarde de verano, que nos metería
en medio de muchos relatos.
Ella recordaba sus años mozos, las travesuras
de sus cuatro hijos varones y las de su nieto Pochito, mi padre. Yo preguntaba
y siempre quería saber más y aunque las cosas contadas solían repetirse, mis
ganas de conocerlas querían oírlas una y otra vez.
Los teros en el largo fondo de la casa,
repleta de arbustos, nos hacían el eco cuentero, y de vez en cuando un
“teru-teru”, aparecía entre las dos. Tal vez, para llamar la atención. Tal vez,
porque ellos también tenían algo que decir.
La cocina a leña dejaba traslucir su tinte a hogar, a familia,
a chicos que corrían por el largo living. Las fotos enmarcadas también se
asomaban a la vereda, para decirnos que querían participar de la charla. Por
supuesto que participaban: los retratos viejos, los de los nietos de la Capital y los del pueblo,
los trajes del casamiento de Juana y el bisabuelo que apenas conocí...todos.
La sillita de madera era el personaje
principal. No cualquiera podía sentarse ahí, Juana la reservaba para unos
pocos. Yo, tenía el privilegio, de ser uno de los elegidos para el ritual. Ese
ritual que consistía en sacarla a la vereda con mucho cuidado, para que no se
rompa, ni se raye. La madera estaba vieja y solía hacer un crash, cuando nos
distraíamos un poco.
A veces aparecía alguna vecina que se
incorporaba al diálogo. Yo seguía escuchando, no me perdía una palabra, iba
tejiendo las historias que ahora suelo volcar en un papel.
El almacén de la esquina con los ladrillos,
tan desalineados como los de nuestra vereda, nos miraba desde enfrente, dando
un signo de aprobación a nuestra conversación.
La radio antigua nos relataba novelas de amores
desconocidos. Los personajes salían del aparato riendo o llorando,
enfrentándose en medio de la vereda, para pelear por un amor o abandonarlo para
siempre.
La abuela Juana, vasca y porfiada, me contaba
sus secretos del pasado, yo los atesoraba en el alma, y la silla, la silla de
madera nos miraba con satisfacción. Satisfacción de haber vivido muchas de esas
historias. Satisfacción de poder estar aún vigente.
La abuela se fue al poco tiempo, la silla no
sé en qué rincón habrá quedado abandonada, por eso es que hoy, me pongo a
escribir algunos de esos cuentos que la abuela Juana, me dejó... en su baúl.
Graciela Amalfi, la
autora.
Amalfi, Graciela
Baúl de
cuentos de la abuela. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Boticaria
Club de Cuentos, 2013.
86 p. ;
21x15 cm.
ISBN
978-987-29684-0-3
1.
Narrativa Argentina. 2. Cuentos. I. Título.
CDD A863
Fecha de Catalogación:
04/07/2013
Contacto con la autora:
www.facebook.com/Boticaria Letras
Desarmadas Amalfi
Twitter: @AmalfiGra
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
ISBN 978-987-29684-0-3
Impreso en Argentina. Derechos reservados.
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