martes, 15 de marzo de 2011

Kumiko...en la calle Corrientes. Parte P.









Kumiko…en la calle Corrientes. Parte P


Amaneció el jueves templado y ligero. María me invitó a caminar por un pedazo de Buenos Aires. Desayunaríamos en una confitería de moda “La Paz” inaugurada en 1944 sobre la andariega calle Corrientes. Calle de intelectuales y bohemios, calle a la que volvería cada vez que necesitara regar mi imaginación de historias para contar.
Pedimos un rico té con leche con unas tostadas. Ese lugar era mágico. Me asomaba por sus paredes, espiaba sus cuadros, sus clientes, sus mozos, sus mesas cuadradas, su mosaico oscuro. El clima a bohemia se hacía sentir en mi piel.
En mi recorrida visual choqué con la mirada de un joven que llevaba un cabello más largo de lo habitual y una barba espesa. Ojos bien negros que contrastaban con su piel muy blanca. Su mirada rodeó mi cara y me sonrió. María percibió ese matiz de simpatía y de manera cómplice me dijo:


-Típico del porteño.

Y rió soltando una carcajada que hizo que Marcelo, más tarde conoceríamos su nombre, se riera también.
Sin preámbulos abultados él se acercó a nuestra mesa con su café y un libro que estaba leyendo. Las dos estábamos viviendo un sueño de adolescentes, yo con mis diecinueve años y María con sus diecisiete, todavía seguíamos recorriendo sus umbrales. Umbrales de una adolescencia de los albores de los años sesenta.
Se sentó en la única silla libre que estaba pegada a nuestra mesa, abrió su libro en una página elegida y mostrándonos la hoja escrita nos recitó de memoria el poema “Hazaña” de Oliverio Girondo:
-Todo, todo, en el aire, en el agua, en la tierra desarraigado y ácido, descompuesto, perdido. El agua hecha caballo antes que nube y lluvia…-Y siguió así hasta el final-…”del amor, de la muerte”.
-Maravilloso-, dijimos a dúo María y yo.
Su mirada se cruzó con la nuestra, sus ojos negros, los azules y los verdes se fueron desarmando en la poesía arrojada sobre esa mesa de La Paz.
Marcelo notó mi acento extranjero y llevó mi charla a un lugar que hizo que desarrollara mi vida toda en algo más de una hora.
María me observaba creo que con admiración.
Yo no dejaba de hablar y no pude evitar contarle mis gustos literarios al joven recién conocido tal como lo había hecho la noche anterior a René. Pero los gestos de Marcelo fueron muy distintos al de mi viejo amigo argentino.
A María se la veía feliz. Yo estaba feliz. Los tres tomamos un café, el tiempo se nos estaba escapando, el mediodía se acercó al bar sin pedir permiso.
Parecíamos amigos desde tiempo atrás, pero no, a María la conocía desde hacía tres días y a él desde un poco más de tres horas. Yo quería que ese momento se eternizara. Nosotras debíamos irnos. Marcelo me regaló su libro con una extensa dedicatoria y nos comprometió a encontrarnos el jueves siguiente en La Paz.
María y yo prometimos regresar.
Salí del lugar como de un oasis recién descubierto. Sabía que nunca había conocido a alguien como a este porteño .Él habría logrado captar mi atención en ese momento y por mucho tiempo más.

Una galería de arte era una opción de las propuestas por René para nuestra salida. Nosotras, de un modo compinche y simple preferimos recorrer algunas librerías. Librerías de estanterías alargadas y de madera oscura y habitadas con ejemplares a veces idénticos y otras veces no.
Muchos. Muchos en total.
Y es así como entramos en la librería de un hombre a quien María conocía muy bien. Un hombre mucho mayor que ella. Un hombre de quien más tarde me hablaría. Un hombre a quien yo también querría conocer.




Graciela boticaria Amalfi.Febrero 2011






AMIGOS ESTE SÁBADO 19 DE MARZO ESTARÉ HACIENDO LA 3º PRESENTACIÓN DE "DES PALABRAS ARMANDO" COMO INVITADA DEL EVENTO MUSICAL QUE ORGANIZA LUCIANO AVE MANOLO.
LARGAMOS A ESO DE LAS 21.00 EN GURRUCHAGA 1417- CLARENS BAR-PALERMO.
ESTÁN TODOS INVITADOS A ESCUCHAR BUENA MÚSICA Y ALGUNO DE MIS CUENTOSSSSSSSSS.......................LOS ESPERO...................................

3 comentarios:

  1. Quedé atrapada en tu historia Graciela, tenés realmente un estilo muy peculiar y sincero. Seguiré leyendo...

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  2. ojala pueda ir a la presentación.. tengo muchas ganas. justo estoy buscando algún salon de casamiento ya que en unos meses me caso y estoy con todos los preparativos, ojala me haga un lugar y pueda ir

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Apegos feroces, de Vivian Gornick