martes, 20 de noviembre de 2012

"Amaneceres". El último capítulo.

Hola amigos blogueros...gracias por pasar por el boticario-blog.
Hoy nos toca llegar al final de "Amaneceres"... en realidad del primer relato del libro... seguiré con los capítulos del segundo relato del mismo libro que se llama "Madrugadas".

Me invitaron a una jornada de literatura el 03/12 en la Escuela Nº 8 de Olivos, ahí estaré con los alumnos, docentes y bibliotecarias.

El 15/12 he sido invitada a  una velada llamada algo así como "veladas virreinales"... un té con autoras y lectoras, en la calle Perú, en el microcentro de la ciudad de Buenos Aires.

Acá el capítulo...el final....que les guste... Los personajes de papel : Alejo, Milena, Martín y Amelia...felices de compartir sus historias de vida con ustedes.
Todo comentario será bien recibido y enormemente agradecido.












Amanecer XVII



        Martín empieza un nuevo día al lado de Juliana, después de 6 meses de conocerla deciden irse a vivir juntos. A Manuel le cae bien la novia de su padre. Martín está contento.
  Laura ya no está tan pendiente de él. Algo debe haber pasado en su pobre vida, de persona sin un rumbo, para semejante cambio. Las cosas parecen acomodarse, al ritmo de las cosas, a veces rápido otras no tanto.
   El sábado tienen que tocar en el teatro de la primera vez, de aquella en la que todo el público los sorprendió con sus aplausos. Es un día muy especial, el lugar, el momento. Los personajes son ellos, los invitados otros más… Juliana, Amelia, Clara. Como aquella vez, estalla el aplauso y el pedido de “otra” y “otra más”. Estas cosas ya no los sorprenden, como pasó un año atrás. De a poco se están acostumbrando a este público que los sigue, que se renueva, que disfrute con ellos. La banda empieza a ser rentable para los músicos, tienen el placer de poder vivir de lo que aman hacer.
  Las contrataciones van en aumento, ya no sólo se mueven dentro de los bares o teatros de la ciudad, sino que aparecen ofertas de actuaciones en ciudades del interior. Sus  espectáculos van teniendo mayor repercusión. El ensayo de los jueves hace un tiempo que se prolonga al viernes y luego a los  martes también.
  Milena decide dejar la facultad y su trabajo, ninguna de las dos cosas la atraen demasiado. Es esta decisión la que la hace sentir libre de una vez por todas. El subte, los compañeros de oficina y los profesores, son ahora parte de su pasado.
   La relación de la joven con Amelia se va acercando. Ambas viven un mundo lejano, a su modo, el de ellas, al que nadie puede entrar. Son la música, el saxo y los ensayos, los que hacen que se puedan descubrir y descubrirse ante un mundo que las mira y al que ninguna de las dos registra. Las charlas entre ellas son muy largas, tanto como el caminar de la noche hasta llegar al amanecer. Alejo las ve algo sorprendido, él nunca había logrado esa relación con su madre, ni siquiera con su amiga. Parece haber algo en las dos mujeres, llámese “locura”, “ausencia”, “música”, algo que las reúne y las une y al mismo tiempo que lo atraen y lo acercan a él también. No lo excluyen de este contacto, él es el invitado especial. Es el hijo de una madre que creyó haberlo perdido y es el amigo reservado, al que Milena, nunca pudo llegar profundamente o  tal vez no le interesó hacerlo.
   Amelia siente vivir momentos de su fantasía cuando comparte un pedazo del escenario con los tres jóvenes y le estalla la voz en su interior. Clara la observa desde la primera fila, ahí sentada, se emociona y no puede evitar unas lágrimas.   
  Alejo es el líder de la banda, es el motor que los hace girar y rodar y andar para adelante. Es él quien recibe la propuesta de un trabajo por 6 meses en un crucero que irá desde Brasil, recorrerá toda la costa Mediterránea, terminará en Grecia y luego volverá a empezar. La propuesta además de interesante es muy rentable, el pago en dólares les resultará suficiente para vivir un año más sin depender de ninguna contratación. En el fondo todo irá cambiando, mucha gente los conocerá, las propuestas de trabajo aumentarán, la música los irá llevando por un mundo soñado alguna vez. Sí, la primera vez que se habían reunido los tres, lo dijeron como una locura de jóvenes músicos. Hoy es una realidad. Alejo grita de alegría. Es jueves, el día de los ensayos de siempre, esperará hasta la tarde y se lo dirá a Milena y a Martín.
  La noticia es recibida con la felicidad más grande por parte de Milena.
  Martín se siente contento, pero su mirada se nubla al decirles que él no podrá acompañarlos, su hijo y ahora Juliana con un embarazo reciente, son su elección.
  Esta noche no hay ensayo. Los instrumentos se paralizan y prefieren escuchar. Es hora de que ellos se detengan y que sean los músicos quienes hagan sonar sus voces. Amelia los escucha sin intervenir en la conversación, les ceba un mate y otro y otro.
Amanece…
No es una ruptura aunque lo parezca. La decisión de Martín es comprendida y aceptada, aunque no sea acompañada de alegría.
  La oferta se aprueba con entusiasmo, sólo resta buscar un nuevo percusionista, otro, igual, parecido o distinto a Martín.
………………………………………………………………………………………………………………………………
  El arribo al puerto es entre risas, miradas y desconciertos.
   Milena con dos valijas enormes y un piano que la espera en el barco.
   Alejo con su saxo de siempre.
   Amelia con un montón de cosas en sus manos y en sus hombros.
   El sol  empuja a la noche.


    Martín lleva un abrazo de despedida para cada uno y un regalo para el viaje.
   Clara tampoco falta.
   Hay lágrimas, risas y música que chocan con el  sonido de un inmenso barco que parte justo… cuando amanece de nuevo en Buenos Aires.
   Martín hace sonar sus  timbales, acompañado por su hijo, los cuales se oyen desde el barco en donde están sus amigos.
   El barco ya no se ve. El río es su dueño. El puerto es el único testigo de la música golpeada en los tambores. Los dos permanecen de pie en la orilla, mientras se apaga lentamente el ritmo de sus manos.
  Ellos ríen y se van con su música.
  El silencio acompaña al sol que empieza a hacerse gigante.
  Definitivamente… AMANECE… otra vez.
 
FIN



AMALFI,GRACIELA.
 Amaneceres- 1a ed.-Ciudad Autónoma de Buenos Aires: el autor, 2012
88 p.; 21 x 15 cm.
ISBN 978-987-33-1798-9         
1. Narrativa Argentina. 2.  Novela. I. Título
    CDD A863


Fecha de Catalogación: 06/02/2012

Contacto con la autora:
belinda_2010@yahoo.com.ar
www.facebook.com/Boticaria Letras Desarmadas Amalfi

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
ISBN 978-987-33-1798-9
Impreso en Argentina. Derechos reservados.



martes, 6 de noviembre de 2012

"Amaneceres", penúltimo capítulo.

AMIGOS DEL BLOG ESTAMOS TRANSITANDO EL PENÚLTIMO CAPÍTULO DEL RELATO "AMANECERES".
GRACIAS POR LEERLO!!!
ESTOS PERSONAJES DE PAPEL VIERON ESTA TIERRA EL 16 DE MARZO DE 2012 Y SIGEN CONTANDONOS SUS HISTORIAS, TAN REALES QUE LLEGAN A SACUDIRNOS EN MÁS DE UNA OPORTUNIDAD...

Aprovecho este post para invitarlos a la presentación de una nueva novela "Dos + dos no suman cuatro", escrito en forma conjunta con la escritora María de Lourdes Gonzalez.
Los esperamos a la premier de la misma el SÁBADO 17 DE NOVIEMBRE A LAS 16.00 HS EN EL TEATRO LIBERARTE, AV CORRIENTES 1555, CIUDAD DE BUENOS AIRES.





Amanecer XVI
 de Graciela Amalfi.


        Otra vez llega el jueves. El “jueves sagrado”, el de los ensayos. Milena y Martín van a la casa de Alejo, como siempre, pero este ensayo será distinto, al grupo de los tres amigos se le incorpora Amelia. Sólo formará parte como oyente, será un cuarto personaje que está dibujado en el living de la casa.
    Suena el timbre, ruidoso y travieso, detrás de él aparece Milena, con su mochila y con una gaseosa. Hábitos más que repetidos. Repetidos como las notas musicales, se mezclan, se conjugan en distintos tiempos, pero se repiten al fin. Cuando va a guardar la botella en la heladera, se encuentra con la mujer sentada a un costado de la mesa de la cocina. Oyó hablar de ella muchas veces, al verla sabe enseguida de quién se trata. Tampoco es muy difícil darse cuenta.
    _Te presento a mi amiga Milena, ella es la encargada de ponerle las teclas a la banda_ dice Alejo dirigiéndose a su madre.
    _Mucho gusto querida.
    _Encantada, un placer conocerla.

   Amelia prepara el mate. Empieza a rodar la primera vuelta cuando suena el teléfono, es Martín, no puede venir porque Laura tiene un inconveniente y él debe cuidar a Manuel, podría haberlo llevado al ensayo, pero hoy  no quiere, lo prefiere así.
  A lo mejor esto no es una casualidad sino una causalidad. Tal vez existan las causalidades, algunos dicen que sí.
  El ensayo quiere ejecutarse igual, no llega el jueves para no sonar. Alejo y Milena se miran y casi a dúo piensan, “que nos acompañe Amelia”.
  Alejo cambia saxo por percusión. La música empieza a sonar en la mitad de un living asombrado y en la cara expectante de los tres. Hoy no llega a la madrugada, dura menos esta noche. El piano y el saxo se llevan muy bien, más que bien. La percusión acompaña y coordina y da el golpe final de siempre.
  De repente, sin pensarlo, (en realidad Amelia casi no piensa), empieza a cantar bajito y cada vez menos bajo y más alto y más… Su hijo y Milena se miran con caras intempestivas, sus manos quedan mudas y la dejan cantar sin compañía de sonidos.
  Amelia O´Higgins aparece en la sala, ésa que ella imagina, la de los periódicos, la de las redes sociales, la de los reportajes. Su canto empieza a dar vueltas y a girar y a enloquecer. El piano y el saxo la siguen y la canción sube y baja y juega por donde quiere. Tres canciones consecutivas cierran este espectáculo que  sorprende a los jóvenes.
  La mujer se sienta en el sillón, ellos la felicitan y la aplauden. Amelia ahora se cree en su living, en su mundo, en su historia sin escribir.
  Estos momentos no sanan su vida pero la ilusionan, la convierten en un ser humano vivo.
  Alejo sabe que su madre seguirá siempre en esa novela eterna, pero que a ella le hace bien o al menos no la daña.
  Milena los ve juntos compartir lo único que pueden los dos, hijo y madre y todo parece tan contradictorio. Meterse en los tiempos de Amelia no le resulta difícil a la joven, está acostumbrada a meterse en historias de colores, negros, blancos o el que sea. Ve a una mujer que le escapó a la música, que huyó de un saxo, lo abandonó y lo dejó a un costado por seguir al lado del “hombre de su vida”. Infeliz hombre que no tuvo mejor idea que dejarla sola con un chico de 8 años a quien criar. Milena rebobina una película con actos que suman y otros que no. Esta mujer, Amelia, no supo ser como la abuela de Milena, Kumiko, quien prefirió dejar todo y a todos, por algo desconocido y partir hacia un país distinto. El hombre, su marido, se le escapó y la mujer se dejó atrapar por su locura, su eterna locura.
 Locura culpable, locura miserable. Una locura que arruinó su vida y que estuvo a punto de destruir a la de su hijo también. Milena deja reposando entre sus acuarelas mentales a la mujer que está enfrente de ella y se reencuentra con Alejo y Amelia, para tomar el último mate antes de regresar a su casa.
   La noche corre apurada para terminar a los pies de otro amanecer…

 Extraído de mi libro "Amaneceres".



AMALFI,GRACIELA.
 Amaneceres- 1a ed.-Ciudad Autónoma de Buenos Aires: el autor, 2012
88 p.; 21 x 15 cm.
ISBN 978-987-33-1798-9         
1. Narrativa Argentina. 2.  Novela. I. Título
    CDD A863


Fecha de Catalogación: 06/02/2012

Contacto con la autora:
belinda_2010@yahoo.com.ar
www.facebook.com/Boticaria Letras Desarmadas Amalfi

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723




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