Antes les cuento que:
-Sábado 29/09....18.00 hs leyendo algunos párrafos de "Amaneceres" en Ravignani y Soler, barrio de Palermo, ciudad de Buenos Aires. Música : bossa nova, jazz y boleros.
-Domingo 30/09...a las 16.00 leo en el escenario de la F.L.I.A., Feria del Libro Independiente y Autogestiva....en Parque Centenario, barrio de Caballito, ciudad de Buenos Aires. Desde el mediodía estaré con mis libros...la FLIA se organizará enfrente del Hospital Naval.
-Jueves 04/10...a las 18.00hs me invitaron a presentar mi libro "Amaneceres" en el Club 25 de Mayo y Biblioteca Arandu, Av Florida 2010, Olivos, Pcia de Buenos Aires.
-Sábado 06/10... a las 18.00 me invitaron a presentar "Amaneceres" en el espacio literario "Los Salieri"...Av. Medrano 150, bar The Rozz....Barrio de Almagro, ciudad de Buenos Aires.
-Domingo 07/10... desde el mediodía en la F.L.I.A. de la ciudad de Escobar, provincia de Buenos Aires, con todos mis libros.
-Sábado 13/10... presento mis libros en la ciudad de Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos, en la que fuera la casa del poeta Olegario V. Andrade. Música a cargo de un guitarrista de la ciudad.
TODOS LOS EVENTOS SON CON ENTRADA LIBRE Y GRATUITA!!!!!!!!!!!!!!!!
SE PUEDEN LLEVAR UN CUENTO IMPRESO DE REGALO ...TAMBIÉN HABRÁ UN STAND CON MIS TRES TÍTULOS PUBLICADOS.
Amanecer
XIII
Amanecer en el teatro…
Los amigos van llegando,
algunos apurados, otros no. El teatro comienza a llenarse de gente.
Desconocidos, conocidos y de los otros. El largo telón verde musgo esconde la
figura de los tres. Desde la última butaca o desde el medio, desde donde se
quiera se garabatean formas suspendidas. Como un cúmulo de fantasmas recorre
cada pedazo del escenario, observa cada detalle desde el otro lado. Desde el
lado de adentro, donde el público no puede llegar, no corresponde, es el lugar
de ellos, de los artistas, de Milena, Martín y Alejo.
Los
aplausos se funden en un golpe suave y casi celestial, cuando ese pedazo de
terciopelo empieza a subir, como Cristo y su Ascensión, como algún santo por
ahí. Sus caras chocan con la de todos. Un “bravo” y otro y otro, se suman y dan
lugar al comienzo del show. La euforia invade el salón.
El sonido penetrante de Alejo y su saxo los
enmudece. El viento los penetra, la fuerza de su metal, el soplo del músico
inunda el aire. Ese instrumento chapado con oro que le regaló Amelia, su madre,
cuando cumplió 15 años, suena como el primero creado por Sax en los años 1840.
Fabricado con latón, con las cualidades de la madera, se presenta así con
“Mujer no llores”. Y el metal. Y la fuerza. Los soplidos y Alejo y el instrumento
se unen, se hacen uno, se mezclan entre la gente, como fantasmas otra vez. Fantasmas
musicales. Clara está ahí, lo mira, lo admira. Amelia también está, lo mira, no
entiende, ese saxo choca contra sus oídos y la hace ver fantasmas, ella sí los
ve de verdad.
Desde un Oriente del siglo XII y de las manos
de Martín, el pelilargo con anteojos, se despliegan una a una las notas
inventadas de los timbales. Los golpes se suman al saxo, lo acompañan, lo van
guiando hasta el final de la canción, llega la paz, los fantasmas van descendiendo
desde el techo y llegan al piso y otra vez vuelven, cuando los músicos lo quieran.
Ni antes, ni después.
Con la majestuosidad que corresponde a
la dama del grupo y a un piano de cola, empiezan a sonar las teclas, una más
una, más una… Y otra vez los fantasmas que vienen desde la Italia y su invento. Y el
silencio se arrodilla, ante la fragancia desplegada por esos dedos largos de
manos pequeñas, que siguen con sus rulos negros, bien negros, cada acorde, cada
nota, el pentagrama entero.
Alejo, Milena y Martín; el saxo, el piano
y los timbales, se toman de las manos, suenan, golpean y soplan. Chocan entre
sí para convertir a ese mundo de personas, en un invento de fantasmas que
vuelan y cantan. Y de golpe, cuando una nota se destaca por lo grave, caen al
piso, y vuelven a levantarse con el agudo y su ahora.
Oírlos en medio de esa mística creada,
parece un regalo del cielo o del infierno o de
lo que cada uno quiera.
El final llega como siempre llegan los
finales. En el momento preciso o no. Este final llega cuando ellos tres lo
deciden y los fantasmas corren a esconderse cada uno en su instrumento favorito.
Y todos aplauden. Y los músicos otra vez en fila horizontal ante su público,
que lo viva casi con devoción.
Manuel se acerca a los timbales y abraza a
su padre.
Amelia corre hacia el saxo de su hijo y
llora emocionada.
Milena espera que una palmada le diga: “todo salió muy bien amiga”.
Hijos, madres, amigos, conocidos y
desconocidos, deambulan entre los sonidos ya guardados y felicitan al trío que
minutos antes había sabido llenarlos de esa música que los envolvió y los
sacudió y estuvo ahí, entre ellos, entre todos.
La madrugada empieza a caminar en medio de
una luna creciente y un lobo dispuesto a aullar cuando ella se haga llena.
Un amanecer más en la ciudad. Un amanecer
más en la vida de los músicos, de todos, de mí y del que está leyendo u oyendo
esto, hoy y aquí.
Amanece… otra vez.
AMALFI,GRACIELA.
Amaneceres- 1a
ed.-Ciudad Autónoma de Buenos Aires: el autor, 2012
88 p.; 21 x 15 cm.
ISBN 978-987-33-1798-9
1. Narrativa
Argentina. 2. Novela. I. Título
CDD A863
Fecha de Catalogación:
06/02/2012
Contacto con la autora:
belinda_2010@yahoo.com.ar
belinda_2010@yahoo.com.ar
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