Amigos durante este mes de octubre haré la presentación de mi último libro editado por Milena Caserola.
El domingo 13 de octubre a las 21.00 horas... informalmente invitados a la "previa del baúl"...ANGEL CARRANZA 1969 ( entre Nicaragua y Costa Rica), Palermo Hollywood/ Ciudad de Buenos Aires.
El viernes 18 de octubre a las 18.00 horas...formalmente invitados al Museo del Libro y Lengua de la Biblioteca Nacional...AV LAS HERAS 2555 ( casi Aguero), Ciudad de Buenos Aires.
En ambos eventos habrá shows musicales.
La entrada siempre es libre y gratuita.
Los esperooooooo!!!!!!!♥
Y ahora...despacito...abramos el baúl y escuchemos una de sus historias...
A
solas con su llanto
El pueblo descansaba al compás de sus
habitantes, quienes sólo se sorprendían por las campanadas de la Catedral o el aullido de
algún perro.
Una
noche de luna llena, sucedieron cosas raras. Los vecinos, comenzaron a oír
incesantes gemidos de una mujer, que parecía desesperada y perdida.
Los habitantes, de la hasta entonces tranquila
aldea, se asomaban por sus ventanas para poder ver quién era ella.
Ella,
era una mujer vestida de negro y con un gran sombrero, que deambulaba por todo
el pueblo, durante las noches de luna llena. Los perros callaban al oírla, los
vecinos también. Estos por temor, los animales por respeto.
El siniestro personaje de nuestra historia,
siempre iba a la Plaza
Principal, en ese lugar hacía unos rezos muy extraños. Rezos
que se incorporaban frente a las estatuas de los santos de la Catedral. El campanario
comenzaba a sonar cuando percibía el gemido agudo y triste.
La
mujer lloraba, rugía, enloquecía.
“Iba a la Plaza Principal, casi todas las
noches y siempre las
de luna llena”, le repetía una y
otra vez el viejo Melquíades, cuidador de la plaza, al bisabuelo de mi abuela.
El día
que llegaron los conquistadores españoles, a esa aldea de Centroamérica, se
reían de la historia contada por los hombres del lugar. Raro fue, cuando los
conquistadores espantados ante esa figura extraña, corrieron sin ni siquiera
volver la cabeza para verla otra vez.
Ella
desaparecía entre los árboles, dejando el espectro de su figura en el cielo.
El
pueblo, a través de esta historia, contada de boca en boca, se fue convirtiendo
en un centro turístico para los amantes de lo místico. Decían que la mujer
oraba de una forma extravagante, sacudiéndose y vomitando.
Mi
abuela también me contó, que los más audaces iban a la Plaza Principal
las noches de luna llena. Algunos veían sus lágrimas, otros sus ojos de terror
y a la mayoría de ellos se les adhería el espectro a su cuerpo. A partir de ese
momento no podían descansar tranquilos. El llanto continuo de la mujer, los turbaba. El espectro los envolvía con un
manto de miedo.
Por algo decía el bisabuelo de mi abuela, que
había que “dejarla a solas con su
llanto.”
Es raro o místico el episodio o como cada cual
quiera llamarlo, pero hoy a través de mi ventana, ya sin que mi abuela pueda
ver conmigo lo que pasa, observo a esa mujer paseándose con su llanto, por la plaza, todas las noches de luna llena.
Llanto que se va convirtiendo en un dolor, que
de a poco va mutilando mis oídos.
P/d: Relato basado en la leyenda mexicana “La
llorona”.
Extraído de "baúl de cuentos de la abuela". graciela amalfi
isbn 978-987-29684-0-3
Felicitaciones por la publicación de su último libro de cuentos. éxitos.
ResponderBorrarMuchas gracias Manuel...seguiré publicando cada cuento en este blog, por lo que te invito a leerlos. Un abrazo/ Graciela boticaria
BorrarFelicitaciones por la publicación de su último libro de cuentos. éxitos.
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